Por Corresponsal Local
En el marco de las festividades decembrinas, la comunidad de la vereda Toldas realizó una serie de convites con el emotivo eslogan "Queremos ver la vereda Linda", una iniciativa que busca el mejoramiento colectivo del territorio, pero que lamentablemente contó con una participación mínima.
Los datos revelan que apenas un 2.8% de los habitantes se vincularon a estas jornadas de trabajo comunitario, lo que evidencia una preocupante falta de sentido de pertenencia entre los residentes de la vereda.
Los convites, entendidos como una práctica ancestral de trabajo colectivo, representan más que simples labores de mantenimiento. Son un testimonio vivo de la capacidad humana para resolver problemas de manera conjunta, una tradición que se remonta a los orígenes mismos de las sociedades.
Para la comunidad de Toldas, estos encuentros no son solo una oportunidad de restauración física, sino un espacio para fortalecer los lazos sociales y reafirmar la identidad territorial. La vereda, reconocida históricamente como un "descanso de arrieros, paso del tranvía y cuna de la talabartería", se presenta hoy como un territorio abierto que anhela acoger nuevas familias y seguir construyendo comunidad.
A través de este comunicado, la comunidad expresa su más sincero agradecimiento a quienes participaron en los convites navideños, al tiempo que hace un llamado a la reflexión y el compromiso de todos sus habitantes.
La unidad y el trabajo colectivo siguen siendo la mejor herramienta para transformar y dignificar nuestros territorios.